jueves, 18 de noviembre de 2010

Historia de las conspiraciones en Tarragona, 1811 (5ª entrega)

¿Qué sucedió en el arrabal?
Ciertamente yo también me lo pregunto. Por alguno de mis artículos anteriores ya os he comentado como incomprensiblemente, el brigadier Pedro Sarsfield que defendía el arrabal abandonó su puesto con licencia o pasaporte expedido por el Gobernador de la plaza Juan Senén de Contreras, por lo menos, dicho pasaporte figura en La vindita de su honor.Todos se echan la culpa unos a otros y no hay forma de averiguar la verdad. Campoverde niega que él diera la orden en su contestación a la Vindita, Contreras alega que Sarsfield, aquejado de una herida le solicitó el traslado y Sarsfield dice que recibió la orden de Campoverde y que Contreras le firmó el pasaporte. Como veis, complicado averiguar la verdad. 
Lo verdaderamente cierto es que Sarsfield se embargo en un navío inglés con toda su tropa y abandonó la plaza para reunirse con Campoverde.
Pero esa es una cuestión entre otras. Que había espías en la ciudad, no existen dudas al respecto, quien las tenga que lea parte de la bibliografía que os acompaño en el apartado correspondiente.
Una de las cuestiones fue que existía lo que ellos denominaban un rastrillo en el mar que impedía el paso de las tropas por el margen del mar, pues ese rastrillo que tenía que estar cerrado a cal y canto se encontraba abierto de par en par, lo que los soldados franceses aprovecharon para meterse en el agua y sorprender por la espalda a los españoles que se encontraban defendiendo uno de los baluartes de la ciudad baja, el fuerte del Francolí. 
En unos registros encontraron unos cohetes que utilizaban los espías y traidores para comunicarse con el enemigo. Fuera quien fuese, alguien abrió el rastrillo para permitir el paso de los soldados franceses y lo comunicó con ese sistema tan rudimentario como efectivo, enviar una nota con un cohete.

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